Descubre los factores que te puede ayudar a ahorrar un pico en tu factura de la luz.
Hay varios factores que influyen en el consumo de nuestros electrodomésticos. A veces el mayor factor relativo a cuán energéticamente eficientes son nuestros electrodomésticos tiene que ver simplemente con cuando los compraste. Como regla general, cuanto más nuevos son, más eficientes serán. Esto es así en parte debido a las mejoras en la tecnología utilizada en su fabricación, y a las nuevas normativas que van saliendo y que son más respetuosas con el medio ambiente. El frigorífico es un claro ejemplo de esto:
En la mayoría de los hogares el frigorífico es el mayor consumidor de electricidad, y cuanto más viejo más consume. Si todavía tienes tu viejo refrigerador de la década de 1980, en su momento seguramente fue un buen aparato, pero ya va siendo hora de deshacerte de él. El nuevo refrigerador promedio reducirá tu gasto de energía hasta un 75%. No pasará mucho tiempo para que recuperemos la inversión. Busca electrodomésticos nuevos con clases energéticas como la A+, A++ o A+++ y te ahorrarás un dinero cada mes.
El modo en que utilizamos nuestros electrodomésticos es también otro factor clave a la hora de ahorrar energía. Existen muchos consejos que nos pueden ayudar en esta labor. A continuación os dejamos algunos:
– No dejes la puerta del frigorífico o el congelador abiertos más de lo necesario. Espera a que los platos se enfríen antes de meterlos en tu frigo o congelador. Si se produce acumulación de hielo, retíralo cuanto antes, ya que te puedes llegar a ahorrar hasta el 30% de luz.
– Cocinando, baja la llama o potencia cuando el líquido comienza a hervir, pues a partir de ese punto, necesita menos energía para mantener el punto de ebullición.
– Utiliza el microondas para cantidades pequeñas de comida. Se ahorra más del 60% energía. El horno es un gran consumidor de energía. Utilízalo sólo para grandes cantidades de comida, asados de carne, etc., y procura aprovecharlo para más de un guiso a la vez si es posible.
– El mayor gasto en un lavavajillas se produce al calentar el agua, por lo que los programas de ahorro que lavan a baja temperatura suponen un importante ahorro. Al igual que con la lavadora, no deberíamos utilizarlo hasta que esté completamente lleno (o poner el lavado corto si los platos no están muy sucios).
Como ves, esta en nuestras manos el mejorar el consumo de nuestros electrodomésticos, ya sea invirtiendo en nuevos aparatos más eficientes o en el uso más responsable que le demos a los que ya tenemos en casa.